¿Por qué los perros huelen nuestras partes íntimas?

Descubre por qué tu mejor amigo tiene este extraño y misterioso hábito. A menudo es vergonzoso que un perro quiera oler las partes íntimas de las personas, pero es un comportamiento normal para nuestros amigos de cuatro patas.

De hecho, estos animales han sido domesticados en el pasado, y con el paso de los años se han convertido en la compañía favorita de muchas familias.

Los perros a menudo tienen hábitos muy inusuales que llamarán la atención de cualquiera. Es posible que hayas notado que tienen la costumbre de olfatear las partes íntimas de las personas.

Pero ¿por qué es esto así? Hoy descubrirás por qué a estos animales les gusta mirar por la "puerta de atrás" antes de centrarse en humanos o incluso en animales de la misma raza. Pero, ¿por qué los perros huelen nuestras cosas después de todo?

¿Por qué tienen esta Mania?

Los perros tienen un sentido del olfato muy desarrollado, lo que les permite interactuar y explorar el mundo que les rodea. Como todos los mamíferos, tienen estructuras llamadas glándulas sudoríparas reactivas.

Estas glándulas se encuentran en el cuerpo, las partes íntimas y la cola del perro y producen unas sustancias llamadas feromonas, que se caracterizan por un olor muy específico.

Las feromonas permiten que los perros reciban información sobre otros animales, como el sexo, la edad, los cambios hormonales e incluso el estado de ánimo. Como una especie de carta de presentación para conectarlos entre sí.

Así como las personas se dan la mano y hablan, los perros se conocen oliéndose. Pero, ¿qué sucede cuando le hacen esto a los humanos? es lo mismo. Cuando un perro huele las partes íntimas de una persona es porque quiere saber más de nosotros.

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Lo que pasa es que el olor es más pronunciado y fuerte en estas partes del cuerpo. En el sentido del gusto de estos animales, hay una "bolsa" que abre automáticamente los conductos que integran las moléculas de olor.

Luego, todos los datos obtenidos por el olfato son procesados ​​por el cerebro del animal. Pone la nariz en la parte íntima, y ​​como los hombres no tienen glándulas sudoríparas en todo el cuerpo, sino en las axilas e ingles, el instinto es ir directo a esa zona anatómica.

Si un perro le hace esto a los extraños para aprender sobre las personas, si le hace esto a su dueño, simplemente sabe cuál es el estado de ánimo del dueño en ese momento.

Así que no es ningún tipo de actitud rara, pero es consistente con su naturaleza. En particular, los perros a menudo olfatean las partes íntimas de una mujer durante el ciclo menstrual de la mujer, durante el parto o la lactancia, durante la ovulación o durante las relaciones sexuales en general. La razón es clara: las feromonas tienen un olor más fuerte y duradero.

Porque los perros huelen la zona íntima de la mujer

Es común que los perros huelan la zona íntima de las personas y esta es una situación que puede resultar incómoda para algunos. Esta conducta tiene una explicación en la naturaleza de los perros.

Los perros tienen un sentido del olfato extraordinariamente agudo, que utilizan para recoger información acerca de su entorno y las personas que les rodean. Al oler las zonas íntimas pueden obtener información sobre la salud, el estado de ánimo y otros aspectos de la persona.

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Los perros detectan cambios hormonales y otras señales químicas a través de su olfato. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres, donde los perros pueden percibir cambios asociados al ciclo menstrual.

Asimismo, la zona íntima tiene una concentración más alta de feromonas, las cuales son detectadas fácilmente por los perros. Por tanto, no es una conducta sexual, sino una manera de obtener información.

Además, los perros perciben el mundo principalmente a través de su nariz. A diferencia de los humanos, los perros no consideran que oler las partes íntimas sea una falta de respeto o algo incómodo.

Para los perros, oler es una forma de comunicación y de entender el mundo que les rodea. Por lo tanto, este comportamiento no debería ser castigado, sino redirigido de manera adecuada.

Es importante entender que esta conducta es completamente normal en los perros y no tiene ninguna connotación negativa.

Sin embargo, si esto resulta incómodo, es posible enseñar al perro a no hacerlo. Con paciencia y entrenamiento constante, podemos enseñar a nuestros perros a respetar nuestro espacio personal.

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