Pon un ajo debajo de la almohada por la noche.
El ajo es uno de los condimentos alimentarios más utilizados y tiene muchos otros usos, desde protección contra insectos hasta protección contra vampiros.
Por supuesto, es poco probable que te encuentres con vampiros (pero no se lo digas a tus hijos), pero incorporar el ajo en tu vida diaria aún puede beneficiarte mucho.
Uno de los usos más sorprendentes del ajo es como ayuda para dormir. Pero antes de entender por qué funciona, veamos los beneficios generales del ajo para la salud. De hecho, sus calorías son relativamente altas, hay 100 por cada 100 gramos.
Sin embargo, el sabor del ajo es tan fuerte que nadie come demasiado a la vez. El ajo contiene proteínas y carbohidratos complejos, así como importantes vitaminas y minerales como las vitaminas B, sodio, potasio y magnesio.
También contiene algo de alicina, un compuesto de azufre, que le da al ajo un aroma extraordinario. Es por eso que el ajo es tan bueno para tratar infecciones y matar ciertos virus mejor que los antibióticos.
Además, el ajo contiene antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que pueden mejorar la función de casi todos los sistemas del cuerpo.
Comer ajo con regularidad puede ayudar a la salud cardiovascular al mejorar el flujo sanguíneo. Puede reducir los niveles de colesterol malo y regular la presión arterial. Se recomienda para trastornos metabólicos y problemas respiratorios.
El ajo también previene el envejecimiento prematuro al inhibir la actividad de los radicales libres, lo que ralentiza el desarrollo de arrugas y líneas finas.
Comer ajo tiene tantos beneficios, ¿por qué deberías ponerlo debajo de la almohada?
Los hechos han demostrado que este enfoque es un tratamiento antiguo para el insomnio. Oler compuestos de azufre y alicina puede tener un efecto calmante y ayudarlo a conciliar el sueño por la noche. Parece extraño que una fragancia tan poderosa y única pueda ser reconfortante, pero muchas personas juran que funciona.
Una de sus formas de ayudar es eliminar los conductos nasales bloqueados por el olfato, mejorando así la respiración. Cualquiera que intente quedarse dormido en el frío irritante sabe lo incómodo que es no poder respirar normalmente.
Se cree que la alicina bloquea dos grupos de enzimas, que son responsables de la capacidad de los microorganismos infecciosos para invadir y sobrevivir en su cuerpo.
Si solo oler ajo no es suficiente, intente comer un poco antes de acostarse, ¡si su cónyuge está de acuerdo! (Puede intentar decirle que este olor ayuda a repeler insectos.
Esto es lo último que alguien quiere ver en la cama). No existen muchos estudios científicos sobre dormir con ajo, pero sabemos que contiene magnesio y potasio, dos minerales que juegan un papel clave en la calidad del sueño.
El magnesio ayuda a mantener un nivel saludable de GABA, lo que ayuda a lograr un sueño profundo y tranquilo. GABA es un neurotransmisor que reduce la actividad neuronal en el cerebro y el sistema nervioso central, aumenta la relajación y reduce el estrés.
Se cree que el potasio mejora la eficiencia del sueño y reduce la cantidad de veces que se despierta después de comenzar a quedarse dormido.
Si obtiene suficientes de estos nutrientes en su dieta diaria, es posible que no necesite ajo antes de acostarse. Sin embargo, si quieres probarlo, existe un remedio popular que puede solucionar este problema.
Básicamente, estamos hablando de una bebida caliente con leche y ajo. Ponga los dientes de ajo machacados en un vaso de leche y cocine por unos 3 minutos.
Deje enfriar la bebida, retire los dientes de ajo y agregue una cucharadita de miel. Beba pastillas para dormir caseras unos 30 minutos antes de acostarse para obtener mejores resultados.
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